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La Pirotecnia, enemiga del Autismo

Estamos en diciembre, el mes con más fiestas y celebraciones, por ende también son las que cuentan con más producción como: fuegos artificiales, grupos musicales, entre otros.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado el impacto de la pirotecnia?

Pues, las personas con autismo y trastorno del procesamiento sensorial no perciben los estímulos auditivos de una manera habitual. Muchas personas con autismo tienen una reacción muy significativa frente a ruidos de alto impacto, como es el caso de los cohetes, petardos y fuegos pirotécnicos que se emplean en celebraciones en estas fechas. Los niños con TEA son quienes más sufren.

El ruido de un petardo o cualquier pirotecnia es un sonido sumamente intenso y ellos lo perciben de manera muy vívida. Sienten como si estuvieran en el medio de un bombardeo en una guerra, como si cayeran bombas al lado de ellos. Y esto genera muchísimo estrés, muchísima liberación de los neurotransmisores propios del estrés y genera un gran nivel de alteración conductual y emocional. Y por otro lado, al ser totalmente impredecibles, es algo frente a lo cual no se pueden preparar y lo viven con muchísima angustia, se desorganizan.

La hiperacusia es un término utilizado para describir la respuesta negativa y / o exagerada a los estímulos ambientales que ocurren dentro de las vías auditivas.

¿Qué podemos hacer para cuidarlos?

Una buena iniciativa es la de poner un lazo azul en cada casa donde hay un niño con autismo, para indicar a aquellos que viven alrededor que, si quieren seguir usando la pirotecnia, lo hagan pero alejadamente. También pueden ponerles auriculares de los que insonorizan el contexto. Buscar algún espacio de la casa donde no haya ventanas y donde la transmisión del sonido se anule en lo posible.

Te recomendamos que en estas fechas si usas pirotecnia sea solo la que provoca luces sin ruidos, recuerda que debemos tener empatía hacia las personas que tienen más sensibilidad auditiva. 

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