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Conoce más sobre la discapacidad auditiva

La discapacidad auditiva es un déficit total o parcial en la percepción que se evalúa por el grado de pérdida de la audición en cada oído.

Las personas con esta discapacidad se distinguen entre:

  • Sordas: poseen una deficiencia total o profunda.
  • Hipoacúsicas: poseen una deficiencia parcial, es decir, que cuentan con un resto auditivo el cual puede mejorar con el uso de audífonos (aparato electrónico que amplifica los sonidos).

La discapacidad auditiva aparece como invisible, ya que no presenta características físicas evidentes. Se hace notoria fundamentalmente por el uso del audífono y en las personas que han nacido sordas o han adquirido la pérdida auditiva a muy temprana edad, por el modo de hablar.

Clasificación

Según parte del oído afectada

  • Hipoacusia de transmisión: la zona alterada es la encargada de la transmisión de la onda sonora. La causa se sitúa en el oído externo medio, también las producidas por lesión de la trompa de Eustaquio, que es un conducto que une el oído medio con la rinofaringe. Hay una deficiencia de la transformación de energía en forma de ondas sonoras a ondas hidráulicas en el oído interno por lesiones localizadas en el oído externo y/o en el oído medio.
  • Neurosensorial: en el oído interno y/o en la vía auditiva. Se llama también Hipoacusia de percepción y la causa radica en el oído interno y estructuras centrales (nervio auditivo, etc.). Los sonidos graves los oyen relativamente bien y en algunas ocasiones y bajo determinadas circunstancias pueden mantener una conversación. Cualquier sordera superior a 60 dB indica una pérdida neurosensorial pura mixta.

Hereditarias genéticas

  • Recesivas: los padres son portadores de la enfermedad pero no son hipoacúsicos.
  • Dominantes: constituye el 10% de las hipoacusias; uno de los padres es portador del gen afectado y es hipoacúsico.

Adquiridas

  • Prenatales: enfermedades de la madre durante el embarazo pueden ser causa de Hipoacusia en el niño, sobre todo si se dan entre la 7 y la 10ª semana. Entre las más graves nos encontramos con la rubéola, sarampión, varicela, alcoholismo, etc.
  • Neonatales: Traumatismo durante el parto, anoxia neonatal (falta de oxígeno), prematuridad, ictericia (aumento de a bilirrubina en la sangre por incompatibilidad Rh)
  • Postnatales: otitis y sus secuelas, fracturas del oído, afecciones del oído interno y nervio auditivo, intoxicaciones por antibiótico, meningitis y encefalitis, tumores, etc.

Según el momento de aparición

  • Prelocutivas: se adquieren antes que el lenguaje.
  • Postlocutivas: se adquieren después del lenguaje y son de mejor pronóstico.

Según intensidad

  • Leves: pérdida inferior a 40 decibelios.
  • Moderadas: de 40 a 70 decibelios.
  • Severas: superior a 70 decibelios. Conforme a la Seguridad Social se considera una persona sorda a partir de 75 decibelios.
  • Sordera Cofosis: no se oye.

Causas

Adquiridas

  • Infecciones congénitas: Toxoplasmosis, rubéola, herpes simple, sífilis, citomegalovirus
  • Infecciones postnatales: meningitis bacteriana, paperas, sarampión, rubéola, etc. Las paperas (parotiditis) constituyen la causa más frecuente de sordera adquirida en los niños.

Traumáticas

  • Hiperbilirrubinemia (aumento de la bilirrubina en sangre), generalmente debida a incompatibilidad Rh.
  • Ototóxicos. Antibióticos tipestreptomicina, tobramicina, gentamicina, tomados por la madre y atraviesan la placenta.
  • Antibióticos: kanamicina, neomicina, estreptomicina, gentamicina, vancomicina, furosemida, etc.

Prematuridad

  • Genéticas: constituyen al menos el 50% de los casos
  • Autosómicas recesivas: Hipoacusia profunda aislada, síndrome de Usher, etc. El gen anómalo tiene que existir en ambos progenitores. 
  • Presbiacusia: Pérdida gradual de la audición a medida que la persona envejece.

Las causas genéticas van adquiriendo mayor importancia según se va progresando en el conocimiento de las enfermedades y van disminuyendo las causas adquiridas al potenciarse su prevención.

Indicadores de riesgo

  • Antecedentes familiares.
  • Infección en el embarazo.
  • Malformaciones craneofaciales.
  • Peso al nacer inferior a 1500 gramos.
  • Niveles elevados de bilirrubina en sangre.
  • Agentes ototóxicos en la madre del niño.
  • Meningitis de origen bacteriano.
  • Accidente hipóxico– isquémico.
  • Ventilación mecánica.
  • Síndromes asociados a hipoacusia.
  • Traumatismo craneoencefálico.
  • Trastornos neurodegenerativos.
  • Otitis media crónica.

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Una persona con discapacidad auditiva comunicándose por medio de Lengua de Señas.
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