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Discapacidad y Empleo en Japón

Yasuhiro Oyama, de 78 años, es el presidente de Nihon Rikagaku Industry, conocido no sólo por ser el primer creador de gises en Japón, sino por los empleados que fabrican sus productos: 54 de los 74 empleados de la empresa tienen discapacidad intelectual. Un 60 por ciento de ellos tiene un coeficiente intelectual inferior a 50.

En Nihon Rikagaku, las desventajas se convierten en habilidades – una actitud que ha dado a aquellos que no tendrían la oportunidad de trabajar la oportunidad de vivir vidas más felices. Estos empleados han ayudado a la compañía a lograr una participación de mercado del 30 por ciento y hacer productos galardonados como su marca Kittopas (ganadora del Premio Kawasaki Monozujuri 2006) una especie de gis que se puede utilizar en vidrio y otras superficies inusuales.

En 1981, Oyama fundó la Asociación Japonesa de Personas con Discapacidad Grave, que hoy cuenta con 341 empresas miembro. Por su dedicación a ayudar a las personas en esa condición a ganarse la vida por sí mismas, Oyama recibió un premio llamado Eichi Shibusawa, nombrado así por el afamado empresario, cuyo lema era que el beneficio público debía siempre tener prioridad sobre los intereses privados.

Ser amado no es suficiente para ser feliz

Muchos de nuestros empleados toman un viaje en tren de 90 minutos y luego caminan 15 minutos a nuestra fábrica. ¿Por qué? ¿Porque son felices aquí? Pero ¿qué les da ese sentimiento? Me pregunté sobre eso hasta que un monje me dijo que la felicidad tenía cuatro componentes y, a excepción de ser amado, los otros tres sólo pueden ser obtenidos a través del trabajo: ser felicitado, tener la oportunidad de ayudar a otros y tener la sensación de que uno es necesario y apreciado. Gracias a este monje, entendí que debía emplear tantas personas con discapacidad como pudiera.

¡Nunca te rindas!

Si le rechazan una, dos veces, usted debería ir detrás la tercera vez. En 1959, tuve una visita de un maestro de una escuela especial para niños con discapacidad intelectual. Me pidió que contratara a unos cuantos graduados, y cuando yo no lo hice, se fue – pero pronto regresó. En la tercera vez que se me visitó, él sólo me estaba pidiendo que les permitiera trabajar por unas semanas para que pudieran conseguir algo de experiencia de trabajo. Los dos estudiantes trabajaron tan duro que al final de sus tres semanas, todos mis empleados me pedían que les diera puestos de tiempo completo. Todo el equipo estaba más unido que nunca y todos prometieron ayudar a esos dos. 

Cualquier desventaja puede ser superada con un poco de creatividad. Nunca renunciamos a una persona

Encontramos maneras en que puedan realizar la tarea necesaria de acuerdo a sus habilidades personalizando cada estación de trabajo y cada paso. Uno de ellos se encarga de mezclar colores y hacer lotes gigantes de gis, pero no tiene concepto del tiempo. Sin embargo, el éxito de su trabajo depende de que añada los ingredientes correctos en el momento preciso, así que al principio le hicimos relojes de arena que podía voltear, una vez que la arena ha terminado de un lado, él pasa al siguiente paso.

Ahora está usando temporizadores de color que hacen un sonido. Él disfruta de las campanas que suenan y hace un trabajo fantástico.

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