El Día Internacional del Síndrome de Asperger se celebra el 18 de febrero ya que esa es la fecha de nacimiento de Hans Asperger (1906-1980), el psiquiatra austríaco que describió el cuadro. Esta conmemoración surge a partir del 2017.
Esta fecha tiene como objetivo sensibilizar a la sociedad sobre este tipo de autismo, de origen neurológico, que provoca un trastorno severo del desarrollo humano, especialmente incluye un conjunto de alteraciones en la interacción social.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
El Síndrome de Asperger forma parte de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). Afecta la interacción social recíproca, la comunicación verbal y no verbal y la adaptación flexible a las demandas diarias.
Comparte las características nucleares del autismo. La persona con Síndrome de Asperger tiene dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. Sin embargo, tiene un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media e incluso superior a la media de la población.
Las personas con Asperger tienen dificultad para entender la comunicación no verbal (gestos, expresiones faciales, tono de voz, etc.) y los mensajes sutiles que se transmiten a través de este canal. Les cuesta elegir temas de los que “hablar por hablar” o tener una charla “social” con otras personas. Suelen ser muy literales; comprenden el lenguaje según el significado exacto de las palabras por lo que muchas veces no entiende las bromas, los chistes, las metáforas o los sarcasmos.
¿Cómo piensa alguien con Síndrome de Asperger?
- Su forma de pensar es rígida y concreta, esto le ayuda en actividades que requieren atención a detalles y repetición de patrones.
- Es muy fiel a las rutinas. Las rutinas le proporcionan seguridad y pautas concretas de actuación pero limitan su comportamiento dificultando la adaptación a cambios, situaciones novedosas o poco previsibles.
- Tiene intereses muy concretos y específicos sobre los que acumula mucha información y dedica mucho tiempo, esto suele convertirse en su fuente principal de conversación y dedicación.
- Puede ser extremadamente sensible a algunos estímulos del ambiente, resultándole molestos o dolorosos (ruidos, luces, olores, sabores, etc.).
¿Cómo puedes ayudar a una persona con Síndrome de Asperger?
- Empatiza con su experiencia y procura comprenderla, aunque a veces sea muy distinta a lo “convencional”.
- Interésate por conocer bien a la persona, sus gustos e intereses, sus puntos fuertes y débiles, y las cosas que son importantes para ella.
- Utiliza un lenguaje directo y concreto, sin ambigüedades o dobles sentidos. Esto hará que la comunicación sea más sencilla y satisfactoria para la persona.
- Comprende que sus comportamientos no son caprichosos o intencionados. Reflejan una manera distinta de comprender y desenvolverse en el mundo.
- Pregúntale cuál es la mejor manera de apoyarle. Él o ella te sabrá explicar cuáles son sus puntos fuertes y débiles y cómo prefiere que le ayudes.
